jueves, 15 de octubre de 2009

El 40% de los conductores muertos en accidente de tráfico en 2008 dio positivo en alcohol, drogas o psicofármacosEl 78 por ciento de positivos fue por alcohol, el 13 por ciento por psicofármacos y un 37 por ciento por droga
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)El 40 por ciento de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2008 dio positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, el mismo porcentaje que en 2007, según un estudio del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) realizado en Madrid, Barcelona, Sevilla y Tenerife.Durante la presentación del informe, el director del INTCF, Antonio Gómez, calificó los resultados de "preocupantes" y concretó que un 78 por ciento de positivos fue por alcohol, el 13 por ciento por psicofármacos, como antidepresivos, y un 37 por ciento por drogas, siendo la cocaína la más frecuente.Así, en el 55,5 por ciento de los casos la droga implicada fue la cocaína, en el 29,4 por ciento de los casos fue el Cannabis, en el 8,4 por ciento de los casos fueron opiáceos y en el 6,7 por ciento de los casos fueron anfetaminas. Sobre estas cifras, Gómez recordó que España es uno de los mayores consumidores de cocaína y que esta droga cada vez es consumida por un mayor tipo de personas. Respecto al alcohol, el informe destaca que el 63 por ciento de los fallecidos en accidentes de tráfico que dieron positivo en alcohol superaban la tasa de 1,4 gramos/litro en sangre, una cantidad de alcohol superior a los 1,2 gramos/litro en sangre que el Código Penal considera delito y castiga con prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses.Asimismo, Gómez destacó que el grupo de edad que da con más frecuencia tasas de alcohol superiores a los 1,2 gramos/litro es el de 31 a 50 años, lo que puede estar relacionado con problemas de alcoholismo, menos frecuentes en los jóvenes. Los hombres también dan con más frecuencia positivo en las autopsias, un 30,1 por ciento de positivos respecto al 0,9 por ciento de positivos de las mujeres.En general, cuatro de cada diez fallecidos que dieron positivo en cualquiera de las sustancias analizadas tenía una edad comprendida entre 31 y 50 años, frente al grupo de edad de 21 a 30 años y los de mayores de 50 años que dieron positivo en un 25 por ciento de los casos.En el caso concreto del alcohol y las drogas, el mayor número de positivos los dan los conductores de 31 a 50 años, seguidos de los de 21 a 30 años y de los mayores de 51 años, siendo el grupo de menos de 20 años los que menos positivos en alcohol dan. Por días de la semana, los jóvenes de 21 a 30 años no son los que más accidentes tienen, pero, de los que tienen, la mitad ocurren en fin de semana.INFLUENCIA DE LA CRISISDesde 2005, el número de casos investigados con resultado negativo o con una tasa de alcohol inferior a 0,3 gramos/litro se ha mantenido relativamente constante entorno al 60 por ciento. Sin embargo, por tipo de droga, se nota que los positivos de alcohol han descendido de un 34,3 por ciento en 2005 a 30,97 por ciento en 2008.Mientras, el directo del INTCF apuntó que "quizás en relación con los momentos sociales que se están viviendo" el porcentaje de conductores fallecidos que dan positivos en psicofármacos, como antidepresivos, ha pasado de un 4,3 por ciento en 2005 a un 6,97 por ciento en 2008.
Muertes por heroína
En esta sección, el término «muertes relacionadas con las drogas» se utiliza para referirse a las muertes causadas directamente por el consumo de una o más drogas y que, por regla general, se producen poco tiempo después de consumir la sustancia o sustancias. Estas muertes se conocen como «sobredosis», «envenenamientos» o «muertes inducidas por drogas» (146).
Los opiáceos están presentes en la mayoría de los casos de «muertes relacionadas con las drogas» causados por sustancias ilegales que se registran en la UE, aunque en muchos casos se detectan otras sustancias en los exámenes toxicológicos, concretamente alcohol, benzodiacepinas y, en algunos países, cocaína (147).
Entre 1990 y 2002, los Estados miembros de la UE notificaron entre 7.000 y 9.000 muertes por sobredosis cada año (148), lo que supone más de de 100.000 muertes durante este período. Estas cifras pueden considerarse una estimación mínima, porque es probable que en muchos países no se notifiquen todos los casos.
La muerte por sobredosis de opiáceos es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes europeos, sobre todo hombres de zonas urbanas (OEDT, 2004c). En estos momentos, la sobredosis sigue siendo la principal causa de muerte entre los consumidores de opiáceos en toda la UE; por ejemplo, en 2001, los Estados miembros de la Europa de los Quince notificaron 8.347 muertes relacionadas con las drogas, frente a las 1.633 muertes por SIDA entre los consumidores de drogas por vía parenteral (EuroHIV, 2004) (149), aunque no deben pasarse por alto los costes y los posibles problemas que puede acarrear la infección por VIH a largo plazo.
La mayoría de drogodependientes que mueren por sobredosis son hombres, que representan del 60% al 100 % de los casos, y en la mayoría de países el porcentaje oscila entre un 75 % y un 90 %. La mayoría de víctimas de sobredosis tiene entre 20 y 30 años, con una media de edad situada en la treintena (de 22 a 45 años). En varios de los nuevos Estados miembros (Estonia, Letonia, Lituania) y Rumanía, la media de edad es la más baja, y en muchos de ellos el porcentaje de víctimas por sobredosis que tienen menos de 25 años es relativamente elevado, lo cual puede ser reflejo de la existencia de una población consumidora de heroína más joven en estos países (150).

jueves, 1 de octubre de 2009

¿Qué es la drogadicción?


La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura o la muerte.
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
- Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como síndrome de abstinencia.
- Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.
Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a consumir mayor cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al consumo y necesita una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto.
La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede llegar a ser muy fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras necesidades básicas, como comer o dormir. La necesidad de droga es más fuerte. La persona pierde todo concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso matar. La droga se convierte en el centro de la vida del drogadicto, llegando a afectarla en todos los aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e interpersonales, en los estudios, etc.
¿Qué lleva a las personas a consumir drogas?

Existen muchas causas y muchos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el fenómeno de la drogadicción no es exclusivo de un grupo o estrato social, económico o cultural determinado. El consumo de drogas afecta a toda la sociedad en su conjunto.
En general, el uso de drogas corresponde a un afán de huir de la realidad. Las drogas proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas personales, familiares o sociales. También son una puerta de salida frente al vacío existencial presente en el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío.
Algunos factores que favorecen el fenómeno de la drogadicción pueden ser clasificados del modo siguiente:
- Factores de tipo social: En la actualidad, existe una amplia disponibilidad de drogas, legales e ilegales, lo que hace mucho más fácil el acceso y el consumo de las mismas. Tranquilizantes, somníferos, hipnóticos, etc., se pueden conseguir en las farmacias sin receta médica. Asimismo el amplio tráfico y distribución de drogas ilegales hace que sea fácil obtenerlas. Algunas drogas, como el éxtasis, están "de moda", y prácticamente se puede obtener en cualquier discoteca. Niños y jóvenes que viven en las calles pueden obtener pegamentos, tales como el Terokal, para inhalar.
También existe mucha desinformación en el tema de las drogas. Algunos sectores proponen la despenalización e incluso la legalización del uso de drogas tales como la marihuana y la cocaína, argumentando que no son peligrosas, al menos no más que el tabaco o el alcohol, que son legales; o que al legalizar la droga el tráfico ilícito y las mafias cesarán de existir. Los medios de comunicación y sistemas educativos favorecen también el consumo de drogas al promover valores distorsionados (el placer y la satisfacción como meta última de la vida, el consumismo, el sentirse bien a cualquier precio, el vivir el momento, etc.)
El ansia del joven de pertenecer a un grupo, de sentirse parte de un círculo social determinado, y las presiones por parte de los "amigos", pueden hacer también que el joven se vea iniciado en el consumo de drogas. El consumo puede ser el requisito para la pertenencia a dicho grupo, y una vez dentro se facilita la adquisición y el consumo de sustancias tóxicas.
- Factores de tipo familiar: Los hijos de padres fumadores, bebedores o toxicodependientes son más proclives a tomar drogas que los hijos de padres que no lo son. Un ambiente familiar demasiado permisivo, donde no exista disciplina o control sobre los hijos; o demasiado rígido, donde los hijos se encuentren sometidos a un régimen demasiado autoritario o se encuentren sobreprotegidos, puede también fomentar el consumo de drogas. La desatención de los hijos por parte de los padres, las familias divididas o destruidas, las continuas peleas de los cónyuges frente a los hijos, la falta de comunicación entre hijos y padres, todos éstos son factores que contribuyen a crear un clima de riesgo, donde la droga puede convertirse fácilmente en una válvula de escape.
Se ha comprobado que el uso de drogas por parte de los jóvenes es menos frecuente cuando las relaciones familiares son satisfactorias.
- Factores de tipo individual: Muchos factores personales pueden influir en la decisión de consumir drogas. Éstas pueden ser vistas como una vía de escape a los problemas cotidianos; algunas personas las usan como medio para compensar frustración, soledad, baja autoestima o problemas afectivos. En efecto, bajo el efecto de las drogas la persona experimenta un estado de euforia que le hace olvidar los problemas o las limitaciones que tenga. Lo malo es que es una ilusión, y luego de ese estado de euforia viene una frustración incluso mayor que la inicial, lo que lleva a la persona a recurrir nuevamente a la droga.
Otros se inician en la droga por curiosidad, o para experimentar sensaciones nuevas ante una cierta apatía, hastío, aburrimiento o incluso sinsentido de la vida. Ante el vacío que experimentan, la droga se presenta como una posibilidad, aparentemente atractiva, de llenar ese vacío.
¿Cuáles son las consecuencias del abuso de drogas?

Entre las consecuencias del abuso de drogas podemos señalar:
- Trastornos fisiológicos y psicológicos: entre los trastornos fisiológicos tenemos el síndrome de abstinencia, convulsiones, cambios en el ritmo cardiaco, deterioro del sistema nervioso central, etc. Entre los trastornos psicológicos tenemos: alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión, neurosis, etc.
- Deterioro y debilitamiento de la voluntad: el drogadicto se vuelve literalmente un esclavo de la droga, pudiendo hacer lo que sea para conseguirla.
- Deterioro de las relaciones personales: el drogadicto ya no es capaz de mantener relaciones estables, ya sea con familiares o amigos. Muchas veces roba o engaña para poder conseguir droga, lo cual deteriora aún más sus relaciones.
- Baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio. Se llega al grado de abandonar metas y planes, recurriendo a la droga como única "solución".
- Consecuencias sociales: el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o conflictos. Bajo la influencia de la droga se pueden llegar a cometer crímenes tales como robos o asesinatos.
- Consecuencias económicas: El uso de drogas puede llegar a ser muy caro, llevando al drogadicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo.
Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan. También se ven afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No es sólo la vida del drogadicto la que está en juego.
¿Cómo puedo identificar a un drogadicto?

Existen algunos indicios que pueden identificarse como señales de peligro. No siempre indican la presencia de abuso de drogas, pero pueden servir como una guía para detectar dicho abuso. Entre estos indicios tenemos:
- Cambios repentinos en la personalidad y en los hábitos.
- Exceso de mal humor. Irritabilidad. Susceptibilidad.
- Repentina caída en el rendimiento académico o laboral.
- Descuido en el aspecto y aseo personal.
- Desaparición de objetos de valor o dinero en casa.
- Temblores, insomnio, aspecto somnoliento o adormilado, lenguaje incoherente.
- Depresión, apatía, desgano, falta de motivación.
- Incapacidad de cumplir con las responsabilidades.
-Aislamiento del grupo habitual de amigos.
- Hábitos antisociales, como mentir, robar o pelear.
- Crisis nerviosas.
- Pérdida del apetito.
¿Cuáles son las consecuencias del abuso de drogas?


Entre las consecuencias del abuso de drogas podemos señalar:
- Trastornos fisiológicos y psicológicos: entre los trastornos fisiológicos tenemos el síndrome de abstinencia, convulsiones, cambios en el ritmo cardiaco, deterioro del sistema nervioso central, etc. Entre los trastornos psicológicos tenemos: alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión, neurosis, etc.
- Deterioro y debilitamiento de la voluntad: el drogadicto se vuelve literalmente un esclavo de la droga, pudiendo hacer lo que sea para conseguirla.
- Deterioro de las relaciones personales: el drogadicto ya no es capaz de mantener relaciones estables, ya sea con familiares o amigos. Muchas veces roba o engaña para poder conseguir droga, lo cual deteriora aún más sus relaciones.
- Baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio. Se llega al grado de abandonar metas y planes, recurriendo a la droga como única "solución".
- Consecuencias sociales: el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o conflictos. Bajo la influencia de la droga se pueden llegar a cometer crímenes tales como robos o asesinatos.
- Consecuencias económicas: El uso de drogas puede llegar a ser muy caro, llevando al drogadicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo.
Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan. También se ven afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No es sólo la vida del drogadicto la que está en juego.